De verdad que no quería escribirlo
quería borrarlo
quería que no hubiera pasado nunca
la noche más sordida de mi vida
que entre más dolorosa
era más irreversible
no supe detenerla
y aún cuando te gritaba
cuando me gritabas
te llamaba por ese nombre
que yo te puse
ese nombre
que ahora ya no uso
ni cuando te menciono
ni cuando te recuerdo
quiero que sepas que te creo
que siempre te creí
que ahora más que nunca
(que a lo mejor hasta para siempre)
quiero que tu me sepas
quiero que tu me creas
por última vez
yo te amé a ti
todos los días
(que me perdonen los otros)
pero yo te amé a ti
te esperé a ti
te deseé a ti
te escribí a ti
que nunca quise lastimarte y que nunca quise que me lastimaras
que nunca te traicione y que nunca quise que me traicionaras
que nunca te golpee y nunca quise que me golpearas
que nunca te olvidé y que nunca quise que me olvidaras
que yo te amé a ti
todos los días sin falta
como si pasaras lista
que yo te amé a ti
cada puta noche tarde y mañana
que yo
te amé a ti
te sentí a ti
te leí a ti
te lloré a ti
te aspiré a ti
te besé a ti
que siempre fuiste tu
pero ya no
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3 comentarios:
chelas
Suscribo.
qué básico es creer, con sólo un segundo que uno deje de hacerlo todo puede valer madres, o mínimo te das un quemón bien cabrón con la/el susodicho/a.
Suena bien lo de las chelas.
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