Crecí pensando que tenía un cuerpo torpe y débil y una mente capaz de llevarme a cualquier parte. Pero de un tiempo para acá me doy cuenta de que es mi cuerpo el que podría soportar cualquier cosa y mi mente la que me traiciona, con su capacidad de llevarme a los lugares más siniestros.
Mi cuerpo en cambio, lo recibe todo, igual que lo deja ir.
sábado, 7 de septiembre de 2013
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