viernes, 24 de mayo de 2013

El estrés en el radio

Ayer escuché en la radio que es imposible vivir sin estrés porque todos los animales estamos programados para sentir angustia en situaciones de peligro. Lo que sí es posible y más que recomendable es reducir el estrés al mínimo y dejar de vivir en angustia perpetua. Es decir, sentir estrés cuando TENGO que sentir estrés, cuando de hecho estoy frente a esta situación de 'peligro' que estoy programada para sobrevivir a través de tantos mecanismos de defensa corporales y no en la comodidad de mi hogar, parque o bar preferido.

Está bien sentir estrés cuando mi jefe me está gritando (y que ese estrés me impida gritarle de vuelta en un arranque y perder mi trabajo), pero lo que no está bien (es decir lo que no es saludable) es sentir estrés cuando le cuento a mis amigos la anécdota de como me gritó mi jefe cuando me estoy tomando unas chelas con ellos en la tarde. Está bien sentir estrés cuando se me atravesó un carro y apenitas alcancé a frenar, y no veo mal pintarle dedo al conductor una vez pasado el susto (fuera su culpa o no) más que como método de venganza, como mecanismo de relajación, pero justamente, relajarnos una vez insultado el susodicho y satisfecho nuestro instinto de respuesta.

Al doctor entrevistado (como me caen bien esos formatos de la radio) se le preguntaron los tres métodos más efectivos para reducir el estrés. (si si que bonito el yoga, y la meditación y que padre irse a la montaña y que chingón la dieta perfectamente balanceada, y que padre el zen y el arte y el espíritu santo) pero, ya en serio ¿Qué hacemos los mortales para bajarle a la neura cotidiana día con día?  Y lejos de dar una receta para la dicha, el doctor dio tres consejos que de hecho me resultaron bastante prácticos

1) Una caminata de 30 a 40 minutos 'es algo muy sencillo y que está al alcance de todos' y que es muy efectivo para reducir el estrés. Obviamente cualquier tipo de ejercicio ayuda a relajarte, (a menos que seas como yo que me la paso queriendo llorar en mi clase de capoeira), pero la caminata como ejercicio tiene la maravilla de no tener ninguna meta. No tienes que caminar más rapido ni con mejor técnica, ni tienes que seguirle ni adelantarle el paso a nadie, ni tienes que caminar una distancia determinada, ni tienes que caminar los 40 minutos de corrido. Se vale detenerse a ver los árboles (si los encuentras) a viborear a las señoras gordas de la calle, a fisgonear a las parejitas fajoneadoras. Se vale sentarse y hacerse pendejo y luego volver a empezar, se vale caminar derecho, o en circulos, o hacia atrás. Se vale decir 'al carajo con esto' hoy no se me hincha la gana andar caminando como babosa y tomar un taxi. Se vale todo.

(Mientras escuchaba la radio  extrañé muchísimo a Claudia, porque ella y yo caminábamos siempre, a todos ladosy a ninguno, caminábamos con hambre y con sueño y con frío y con exnovios y con llanto, caminábamos y caminábamos).

(Luego extrañé a mi abuela también porque a ella le debo, además de lo obvio, dos cosas esenciales: la necesidad de narrar, y el amor a caminar sin rumbo)

2) La segunda recomendación se me hizo más descabellada. No beber estimulantes: no redbull, no coca cola, no cafecito, no azucares procesadas, obvio no lsd ni cocaina. (Malo malo, estimulante malo). Aquí debo confesar que luego que se metió con la coca cola perdió mi atención por un rato, pero seguro dijo algo sobre obtener energía de fuentes naturales como no se, una chingada manzana y una buena siesta.

3) Capturó mi atención la tercera recomendación:  rodearte de gente que no te estrese, alejarte de gente que te estrese.
La conductora dijo que claro, que que bueno que era juntarse con gente que te entendiera, que te motivará, que te inspirara, que te llenara...
y el doctor entrevistado dijo 'juntáte con gente que no te maltrate'

y pensé en eso, en como cuando empezó a hablar de estrés yo me imaginé a jefes tiránicos, y ladrones al acecho, y en narcotraficantes y secuestradores, y en terroristas de alqaeda, y en la guerra nuclear y en el hambre en el mundo...
y no me cayó el veinte hasta que él lo dijo
de la cantidad de angustia y de dolor que dejamos que nos provoque la gente a la que amamos y supuestamente nos ama
y no me refiero necesariamente a nuestra familia innata, (a la que si bien es parte del paquete tampoco tenemos que perdonarle todo, se vale dar la espalda y seguir caminando, Se vale decir 'al carajo con esto'. )
Me refiero a la gente que escogemos para acompañarnos en la vida, la gente a la que le damos titulos tan fuertes y tan llenos de carga como el de 'mejor amiga' 'compadre' 'pareja'.
(No digo que siempre sea el caso) Pero ¿Cuántas veces no son las personas optativas en nuestras vidas con las que más nos sentimos obligados? y ¿Porqué no nos vamos?
se vale detenerse a ver los árboles
¿Porque no, cuando todo se ha perdido, cuando lo único que queda son rencores y gritos, hacemos una maleta, cerramos un cajón, borramos un teléfono y damos palante?

Se vale detenerse,  respirar profundo, contar del uno al diez,
extender la mano y decir 'el placer fue mío, buenas tardes',
se vale ¿no?
Quería terminar diciendo justo eso, que todo se vale, pero no, no. Quiero dejar algo claro, y aunque también creo que se vale sufrir,  no se vale, putisimamadre, NO  se vale ELEGIR EL SUFRIMIENTO,

osea, que estrés ni que estrés, esas son chingaderas...






















No hay comentarios: