lunes, 6 de mayo de 2013

Silbido arriero

Leí que en la antigua arabia se creía que los 'yinns' perdían a los camelleros en el desierto llamándolos por medio de silbidos.

Por eso, se enseñaba a los pastores y a los comerciantes a llamarse entre sí de forma diferente, distinguiendo su chiflido del de los yinns. Como el silbido de los yinns es un soplido de viento, el de los camelleros, al contrario, es una inhalación, fuerte, casi repentina, realizada al presionar los labios con los dedos. Se necesita ser muy distraido para confundir este sonido contundente, que rompe el vacío del desierto, con el soplo musical de los yinns.

Mi mamá me enseñó a chiflar así, en la fila para entrar al teatro. Y ese chillido de labios me ha conseguido siempre taxis, partiendo el silencio en mitad de la noche. Yo silbo, y como el de los yinns, mi silbido viaja a través de la soledad hasta que encuentra oído.

Un día, mi madre morirá, y una noche cualquiera, meses o años más tarde, yo pararé un taxi con mi técnica ancestral, y ni el taxista ni yo sabremos porque reviento en llanto de pronto
no sabremos porque la singular mecánica de este 'llamado-respuesta' me llena los ojos...
pero lloraré profusamente mientras balbuceo una dirección
y Allah lo sabe,
llegaré a mi destino.




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