domingo, 20 de enero de 2013

Y en la nueva vida ver pasar los trenes


Íbamos caminando por las vías. Siempre caminábamos por ahí, teníamos que. Nos deteníamos en casa de alguien, a comer, a ver películas, a dormir los unos sobre los otros. Íbamos caminando por las vías en silencio, sólo se escuchaban nuestros pies en la grava. Le dicen 'la escalera', a ese tramo que va hacia la carretera, en el que aún se pueden ver las vías, y dónde ya no se pueden abordar los autobuses. La mejor manera de pasar por ahí es en bicicleta, pero ese día caminábamos en silencio, y no se quien de ellos dijo que tenía que orinar, y yo dije 'ya mero llegamos' pero yo todavía no terminaba de hablar cuando él ya se estaba bajando el cierre de los pantalones y caminando hacia un arbolito, seguido de algún otro, mientras nosotras protestábamos y hacíamos caras, aunque nos daba lo mismo, y ellos ondeaban al aire con más orgullo sus miembros, que yo  para no ver me tapé los ojos, en una extraña y pudorosa reacción, aunque más tarde (quizás una parte de mi ya lo sabía), uno por uno, llegaría a ver los pitos de todos, el gran misterio.

Pero ese día, mientras regaban la tierra con sus meados y se retaban a alguna cosa relacionada al alcance o a la potencia, y nosotras nos reíamos y nos hacíamos las penosas, yo pensé que en ese momento nos estábamos convirtiendo en buenos amigos, en verdaderos amigos. Y como he visto que pasa en las películas, yo no entendí, hasta años más tarde, que ese era el clímax de nuestra amistad y no el inicio. Que ahí en ese instante, con sus pingas al aire y nosotras cubriéndonos el rostro, ahí mismo, era que eramos amigos, como ya no volveríamos a serlo nunca.

Muy poco después alguien sería novio de alguien, y un tercero cogería con una cuarta, y luego alguien se involucraría con quien no debe... y así, desde el primer momento en que un hombre y una mujer se sonrieron de otra manera, se dieron la mano con un nerviosismo impropio de alguien que se ha visto meando, que se ha oído roncar, desde que los celos son el sentimiento que todo lo vence, nuestra amistad estuvo condenada.


No hay comentarios: