martes, 6 de agosto de 2013

Visit Sayulita I

Bitácora del Capitán. Día 1.

En el mar conocí a un chairo al que hace diez años le hubiera puesto casa. Hoy, en cambio, no podía más que preguntarme si había forma de lamer el meridiano de su espalda sin mucho compromiso.

Venía desde Mexicali, con rumbo al sureste (como todos los de su clase) y era percusionista; el deleite de verlo no compensaba el martirio de escucharlo y seguí mi camino. Después de todo vine a que el mar (chaira que fui) se lleve lo que queda del dolor, no a sentarme en un desconocido.

Luego de nadar un rato en la parte olvidada de la playa fui al área con gente, donde vi hombres con cuerpos marcados como mapas, dignos de Beverly Hills 90210 en sus buenos tiempos... Había viejas igual de buenas, por supuesto, así que concluí que no importa a donde vayamos, los mortales nos apareamos entre nosotros.

No tiene ni seis horas que llegué a Sayulita y mi piel ya se pone marrón, esperemos que siga por ese rumbo. Por ahora, la calma y un libro me esperan, luego iré a tirar mi dinero en cosas que solo podré usar la semana que esté aquí.



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