domingo, 25 de agosto de 2013

Visit Sayulita V-bis (tardes sin medicina)

Hoy aprendí el mudra de la autoconfianza en yoga, y que Garuda era el ave que llevaba a los yoguis al paraíso. Fui una de esas yo misma, tuve una en mi cuerpo y quise que otra una viniera por mi. Me siento bien en las clases pero a veces dudo de estar haciendo  las cosas bien, sobre todo porque con el calor me cuesta más trabajo pero no me siento tan cansada como esperaría. Quizás es que entre el sol y la playa no me he enfriado por completo y el cansancio llegará como cubetada de sopa caliente cuando vuelva a la ciudad.

En la noche Sayulita me invade una sensación de soledad que no me es ajena y pienso por un segundo que extraño a mis amigos. Pero de inmediato me doy cuenta de que no, de que lo pienso por pensar cualquier cosa. La verdad es que no los extraño, no les imagino un lugar en este viaje que es mío, ni tengo tanto que contarles a mi vuelta que haga urgente verlos. La soledad que tengo la he tenido siempre, la misma que me hace pensar a veces que estoy afuera de todo  y que no solo estoy perdiendo la batalla contra mi cabeza sino que esa misma batalla no es más que una ilusión más, a través de la cual mi mente conserva el dominio.

Me pregunto si mi soledad es la de todos y responderme que si, no me consuela, al contrario, me asusta pensar que a mi me es tan difícil lidiar con algo que todos los demás dan por sentado: Que estamos solos en el espacio y el tiempo. O quizás es un gran secreto y solo yo lo se absolutamente cierto y por eso me abandono más que otros. Confieso que mi soledad es absurda porque aunque la siento no hay una persona de entre los míos que quisiera estuviera a mi lado en este momento, aunque quizás si hay algunas que quisiera estuvieran conmigo cuando regrese.

Me gustan los desconocidos sayulitecas, una sonrisa y el grito en bicicleta de 'turista' bastan por un momento. Quisiera que las personas en mi vida tuvieran siempre el mismo efecto pero a veces creo que tienen justo el contrario, o quizás solo soy yo que le doy a las voces de mi cabeza forma de personas cuando me gritan 'turista' 'extranjera' 'ajena'. Y así es como se que mi cabeza lleva la delantera una vez más. Debe ser eso, y quizás no extraño a mis amigos y no tenga algunos pero ¿a quien le estoy escribiendo esto si no...?


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